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Poner un negocio de Sushi
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Se trata de los restaurantes de sushi, cuya promesa de comida saludable, ligera y natural se ha posicionado como una de las favoritas en el paladar de los mexicanos.
Su presencia en el país surge hace unos 30 años; sin embargo, hasta mediados de los ochenta comenzó su verdadera popularidad gracias a la llegada de las primeras marcas de sushi. Así, con el paso de los años ha ganado protagonismo gracias a platillos como el sashimi, nigiri, maki, temaki y tempura, que incluso se han “mexicanizado” al adoptar ingredientes locales como el aguacate, cilantro, mango y hasta chile.
Por otro lado, gracias al servicio a domicilio, el sushi es uno de los alimentos más entregados actualmente en casas, oficinas y eventos sociales. Y si eso le agregamos la opción de no sólo poder ordenar vía telefónica, sino también en línea (computadoras y dispositivos móviles) –considerando el valor del comercio electrónico nacional de más de $164,000 millones, según la Asociación Mexicana de Internet (Amipci)–, tenemos una nueva oportunidad por explorar.
Este modelo de negocios consiste en una barra de sushi en línea; es decir, todo un menú completo de un restaurante de comida japonesa desplegado a través de un sitio de Internet, con servicio de pago on line y entrega a domicilio. Con todos estos valores agregados, podrás conquistar a un público joven que gusta del sushi y que están familiarizados con las nuevas tecnologías.
Para emprender necesitas, por un lado, una inversión de aproximadamente $60,000 para contratar a un desarrollador encargado de montar el portal con todas las herramientas necesarias para que los usuarios puedan hacer sus órdenes. También considera un presupuesto independiente para la toma fotográfica de los platillos que integrarán el menú, recuerda que de la vista nace el amor. Y no olvides crear campañas permanentes para hacer promoción y ofrecer paquetes o descuentos especiales.
Por otra parte, e igualmente importante, busca proveedores de primera calidad e invierte otros $100,000 para construir tu centro de operaciones –que puede ser desde casa– y contratar a un chef de planta junto con uno o dos ayudantes. Un consejo más: define una primera zona de atención –residencial o corporativa– y, conforme aumente la demanda e identifiques nuevas áreas geográficas con potencial, amplía tus operaciones y horarios de atención.
